gracias, pero no gracias.

a vos, a vos que me rompiste para nunca volverme a armar, que me dejaste tirada y sola como si fuera una más de tu rejunte, que no te importó si yo iba a poder seguir con o sin vos.
no te juzgo. no te podía atar para toda la vida conmigo si vos no querías, ni necesitabas eso, pero hubieras hecho de ese golpe, un golpe más leve para mí. me tiraste, así no más, así sin más. me viste tirada y me pisaste peor.
no sabría si agradecerte o putearte por eso. una parte mía te agredece por haber sido sincero por primera vez y escupirme la verdad en la cara sin importarte que yo suplicara, pero la otra te detesta por haber hecho de ese duelo el peor de todos, el más difícil.
me lo hubieras hecho aunque sea un poquito más fácil. hubieras esperado para muchas cosas. no hubieras hecho todo tan público, como si no te importara. ya sé que no te importaba, pero no me lo refriegues en la cara. por favor. date y dame tiempo.

gracias, pero no gracias.

Agostina Ramírez.